Todo lo que te ocurre tiene un propósito

¿Te has fijado en que muchas de las cosas que creías malas en su momento, con el tiempo no eran tan malas? Detrás de cada suceso había algo más grande, una enseñanza o una transformación esperándote. Tal vez eso que ocurrió fue lo que te impulsó a convertirte en quien eres hoy.

No todo tiene que ser "bueno" para tener valor. A veces, lo importante es el aprendizaje que nos fortalece o nos obliga a cambiar nuestro paradigma. Aunque no lo veas al momento, el tiempo revela el propósito de cada experiencia. La vida, de una manera u otra, se encarga de ponerte las lecciones que necesitas aprender.

Lo que parecía una tragedia o una pérdida, a menudo es una puerta que se abre a una nueva comprensión, a un renacer. Hablo desde mi percepción personal, porque cada uno vive su vida desde un prisma distinto y válido según el momento de conciencia en el que esté.

No hay verdades absolutas. Hay momentos. Hay evolución. Hay personas que han experimentado esto en unas áreas y otras en otras. Eso no los hace ni mejores ni peores. Solo distintos aprendizajes. Se trata de aprender desde nuestra experiencia, desde nuestro propio camino.

Incluso el dolor por la pérdida de un ser querido nos enseña. A veces creemos llorar por ellos, pero en el fondo, lloramos por nosotros mismos. Por nuestro apego. Por no volver a verlos. Y aunque duele, también es una oportunidad para crecer, aceptar, y soltar.

Y qué decir de las decepciones amorosas, los rechazos, las traiciones. En ese instante duele, pero con el tiempo… descubres que fue una bendición. Alguien que no era para ti, se marchó, y te dejó espacio para lo que sí era.

Incluso la rabia y la ira pueden ser alquimizadas. Puedes usarlas como impulso, como combustible, como motivo para demostrarte de lo que eres capaz. O cuando te despiden y crees que es el fin… hasta que descubres que era el comienzo de algo mucho más alineado contigo.

Todo es percepción. Todo es experiencia. Y todo, absolutamente todo, tiene un propósito.

Gracias por leerme. Si algo de esto resonó contigo, este blog ya ha cumplido su propósito.

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